El contrato mercantil es una de las figuras legales más utilizadas en el mundo empresarial. Pero podemos confundirnos a la hora de saber exactamente sus características y diferencias con otro tipo de contratos. Examinemos aquí el concepto de contrato mercantil de trabajo.

Contrato mercantil de trabajo: Acuerdo legal entre iguales
Cuando escuchamos sobre un contrato mercantil de trabajo, asumimos naturalmente que se trata de algún tipo de trato formal en el mundo del mercado empresarial, pero es posible que se nos escapen ciertos matices del concepto y su relación con otros tipos de contrato a los que estamos acostumbrados. Quizá la mejor manera de enfocar el asunto sería a través de la noción de igualdad o desigualdad entre las dos partes unidas por el contrato.
Si hablamos de un contrato laboral como el que tenemos al uso en cualquier de nuestros trabajos habituales, estamos hablando de una relación entre partes de distinto poder. El contratante tiene en sus manos la estructura de la empresa donde se trabajará, propone y establece las condiciones, tiene el control de salarios de los cuales depende la nómina de empleados. No es una relación exactamente simétrica: el empleado ofrece su tiempo y esfuerzo para colaborar en una estructura que otro dirige. Es literalmente un trabajo por cuenta ajena.
Los medios de producción están del lado del empleador, su nombre es quien firma las compras y es su marca la que recoge el máximo beneficio del esfuerzo. Aunque, todo sea dicho, al momento del riesgo el contratante debe pagar solo una derrota, pues por ley el sueldo no puede dejar de llegar al trabajador.
El contrato laboral marca entonces una relación desigual de carácter voluntario, retributivo, personal y dependiente. Es un formato regulado por el llamado convenio colectivo de trabajadores, que asegura sus derechos aún dentro de una estructura jerárquica férrea con el soporte legal del Estatuto de los trabajadores y el registro del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y la Seguridad Social. El contrato mercantil resulta en comparación un trato legal de mayor igualdad y responsabilidad repartidas entre ambas partes firmantes. Ahora lo veremos.
Si tienes un interés especial por todo lo relacionado con el mundo de los contratos de empresa, tal vez te resulte de provecho visitar este otro artículo de nuestra web dedicado a qué hacer en un contexto de fin de contrato temporal. ¡Sigue el link!
¿Qué es un contrato mercantil de trabajo?
La figura del contrato mercantil está firmemente asentada en las leyes españolas desde el Real decreto de 22 de agosto de 1885, aún vigente este año y disponible para leer entero en el link. Se trata de una de las figuras legales básicas en todo orden empresarial moderno. No es extraño entonces que el texto que resume sus disposiciones generales y las consecuencias de incumplimiento de sus obligaciones permanezca prácticamente inalterado desde hace más de un siglo.

¿Qué es un contrato mercantil?
Como adelantábamos antes, es un acuerdo firmado entre partes de igual poder para sobrellevar la relación profesional. Se sella entre dos empresas o dos compañías de entidad pareja en cuanto a poder y autonomía para cuidar mutuamente de sus intereses y ayudar a que lleguen a buen término sus objetivos comunes. Por ejemplo, una entidad que tenga una gran capacidad de distribución puede aliarse legalmente con otra de buena capacidad de producción. Cada uno logra rellenar las carencias del otro, atrayendo ganancias para ambos a largo plazo.
Las características que se desprenden de este sistema son bastante obvias y en gran contraste con lo señalado antes sobre el contrato laboral. Una parte no impone órdenes ni instrucciones a la otra, pues cada una conserva su liderazgo y estrategia. Tampoco existe un compartir de medios entre empresa y empresa para acometer su trabajo, pues cada una tienes sus propios recursos. Dado que se trata de un contrato entre entidades mercantiles y no entre personas, el trabajo tampoco estará asociado a nombres específicos de trabajadores, salvo casos especiales.
La empresa aliada puede proveer sus servicios organizando su personal como prefiera. Además, más allá de la obligación asumida, una empresa dentro de un contrato mercantil puede rechazar un encargo determinado por distintas causas, de acuerdo a sus necesidades y competencias.
Otra diferencia radica en la manera de generar retribuciones. Es un sistema de ganancias que va variando según la manera como se vayan cumpliendo los servicios, no según una nómina fija, como en el caso de un contrato entre empresario y empleado. Las retribuciones se articulan en torno a facturas en este caso. Y de manera también distinta al contrato laboral, el contrato mercantil no se regirá según el Estatuto de los Trabajadores, SEPE y Seguridad Social, sino en torno a otras bases legales de ley civil como el Código de Comercio y el Código Civil.
Modelo de contrato mercantil de trabajo
Este podría describirse, por ejemplo, como aquel que ejecuta ventas para una compañía productora, cobrando por cada producto comercializado una comisión fija, recibida en períodos mensuales a través de la presentación de facturas. Este vendedor tendrá total autonomía para organizar las ventas, contactando clientes y estableciendo estrategias de distribución del producto adquirido.
Su contrato mercantil no tendrá por qué ser exclusivo, teniendo al mismo tiempo varios contratos mercantiles con varias empresas. Y las obligaciones monetarias con respecto a la Seguridad Social estarán cubiertas de su bolsillo, sin necesidad de que la empresa ejecute los pagos a la institución, como en el caso del contrato laboral.
Un lado un tanto negativo de este nivel de autonomía es la disminución de los derechos laborales que sí tendría un empleado bajo un contrato laboral, como las vacaciones con retribución, indemnizaciones, bonos o reducción de jornada. En este tipo de contrato el trabajador está casi enteramente por su cuenta.
En el siguiente vídeo puede verse una explicación audiovisual bastante completa de los contratos en general, de las diferencias entre personas físicas y personas jurídicas, los contratos de compraventa y muchos otros detalles como complemento de nuestras definiciones. Hasta aquí nuestro breve artículo sobre el contrato mercantil de trabajo. Hasta pronto y buena suerte en sus estudios y emprendimientos.